miércoles, 27 de junio de 2012

Sirena 31-40

31
Anoche, tu aroma invadió mi sueño
desperté con el ruido de tu orgasmo
32
Tu cuerpo baila y sonríe
como la lluvia en primavera
el calor de tu mirada embriaga
mis miembros
cuánta música invadió nuestros cuerpos.
33
Aún tu cuerpo conserva el aroma de mis ojos.
34
Sigo siendo aquel nadador de sábanas
hoy, tus ojos de lechuza
embriagaron  mi cerebro
35
cómo no cabalgar por tu cuerpo
y sumergirse en tus senos
36
Resuena la llamarada de tus ojos
construye siluetas
navega sin naufragar en alta mar
37
Supe de ti de memoria
de tu manera de amar
supe además de tus sábanas blancas
cubriendo mis manos
supe del secreto de tu lengua
recorriendo suavemente
38
Haré de nuestra hora
un eterno segundo
ahora formas un fragmento de mi leyenda
corrí por tu sangre como lubricante caliente.
39
Ahora, con los años de invierno
a la mitad de mi vida
sonríen las caricias de mis dedos
en las cascadas de tus médulas
40
Más allá las sombras
oscurecen la ambrosía de mis labios
entre la suave sonrisa
de nuestros cuerpos.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Sirena 21 - 30

21
Hoy, recorrí cabalgando por tu espalda
el mejor de los senderos
tu cuerpo sacudió mi sangre
mis dedos dibujaron marionetas en tus entrañas
22
Corazón de cuculí
tu canto me enloquece
23
Como olvidar tus ojos
si aún nubla en mi pluma
ayer, el silencio de tus besos
resbaló por mis sombra
24
Me queda la mirada de tu orgasmo
las caricias de tus ojos
no olvidaré el sonido de tus dedos
ayer, la sombra de tu voz no respondió
25
Los delirios que fantaseamos
fueron párrafos de
mi existencia
sirena, ande espoleando las paredes de tu vientre
y el grito de tus senos retumbó una y otra vez
26
mis dedos
trazaron siluetas
en tu boca y tu sonrisa
27
El eco de tus labios no respondió
no hubo coartadas
así es la vida
un segundo que no resiste besos
28
Se acaba mi lira
Con el cantar de tu mirada
Adiós.
29
A veces, el aire de la ventana
traza en tu boca un cielo estrellado
tus ojos sacuden mi cuerpo
mis dedos se pierden en los
manantiales de tu vientre.
30
Estás navegando
por las paredes de mis dedos
mis olfatos te buscan
y tropiezo con mi alma
en las tinieblas de tu cuerpo